jueves, 21 de abril de 2016

Retazos de una historia cualquiera.

Dejo por aquí el comienzo de un breve relato que escribí hace unos días: Una historia cualquiera.

   Que las mujeres interesantes estaban todas emparejadas parecía algo casi empíricamente demostrable; o esa era al menos el panorama que se me dibujaba con treinta años recién cumplidos. Pero no nos engañemos, tuve mis oportunidades y mis amores perdidos tiempo atrás. Solo que no te das cuenta hasta que pasa el tiempo. Una mañana te levantas al lado de la última sin poder evitar preguntarte que estás haciendo con tu vida; y claro, es entonces cuando echas de menos momentos que generalmente asociabas a otras personas. Y echas de menos a esas personas. Y te sientes tonto por añorar eso tanto tiempo después.