Recuerdo la fina linea de tu perfil
dibujándose en la noche del dormitorio
como un horizonte casi imperceptible y dulce
tanto como lo eran tus ojos
que en la penumbra arropaban mi alma
inundándola de ti
Me perdía en tu mirada, en ti
solo para asomarme y encontrarte
en tu boca, en tu entrepierna, en tu corazón
recorriendo cada camino y visitando cada sala
vivrando en cada rincón físico y mental de tu ser al que me asomaba...