Pese a mis agobios por los estudios y la universidad, he tenido -como siempre- la ocasión de sentirme libre, de respirar tranquilo, de aprender a desconectar contemplando un amanecer incendiando la mañana desde un autobús en el que viajábamos yo y yo mismo. En esos momentos, en mis pensamientos solo cabía esa imagen; la de la aurora empañando mi soledad. Una soledad de la que cada día aprendo más y con la que convivo bien cuando toca.
Amaneciendo en algún lugar entre Cáceres y Plasencia
Aprender a tolerar a esa pesada de la soledad es una de las mejores formas de, quizá no tanto acercarse a la felicidad, como de huir de la tristeza :)
ResponderEliminarBueno, depende del momento de tu vida =) No es lo mismo tolerarla que convivir con ella.
ResponderEliminarNo convivas con ella, dicen que siempre se escaquea de tirar la basura :P
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