Un año más, las lecturas que me han acompañado este 2019:
- El jardín de los deseos, de Eduardo Gabin Martínez.
- Seis días de diciembre, de Jordi Sierra i Fabra.
- España partida en dos. Breve historia de la Guerra Civil Española, de Julián Casanova.
- La leyenda de la isla sin voz, de Vanessa Monfort.
- La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón.
- El juego del ángel, de Carlos Ruíz Zafón. (Relectura)
- El prisionero del cielo, de Carlos Ruíz Zafón.(Relectura)
- El laberinto de los espíritus, de Carlos Ruiz Zafón. (Relectura)
- Largo pétalo de mar, de Isabel Allende.
- Atrapados en azul, de Teresa Lao.
martes, 31 de diciembre de 2019
domingo, 29 de diciembre de 2019
Conclusión: Alicia es electricidad. La transmite a través de sus manos, su mirada y su palabra; como una extraña fuerza capaz de desarmarte y que, sin embargo, siempre invita a participar de todo cuanto la rodea. Y es que Alicia tiene dentro de ella un mundo tan inmenso que para describirlo harían falta miles de libretas. Supongo que todas las que ya existen o las que quedan por escribir son un un mirador privilegiado de ese mundo, como su sonrisa. Nunca he visto una así, lo juro. Por eso, posiblemente, me gustó tanto hacerla reír. A lo mejor es una aportación muy tonta, pero no se dibujar dragones... Después, varias charlas e incluso la oportunidad de leernos. Pero Alicia tiene tantos rincones que siempre te quedas con ganas de indagar más, de aportar más.
lunes, 16 de diciembre de 2019
Querría dibujarte sin la ropa
que nunca te llegué a quitar
y desabrocharte la mirada
en la que nunca me llegué a hundir.
Querría intentar querer
tus misterios y desvelos
más allá de tus manos,
más allá de los pasillos.
Se que la noche es la noche
y el día es el día,
pero por el mar se puede navegar
-como por tus ojos-
a cualquier hora.
Querría enarbolar mi boca
en la batalla de silencios
que hay entre tu y yo,
y que encierran
esa electricidad que nos profesamos.
que nunca te llegué a quitar
y desabrocharte la mirada
en la que nunca me llegué a hundir.
Querría intentar querer
tus misterios y desvelos
más allá de tus manos,
más allá de los pasillos.
Se que la noche es la noche
y el día es el día,
pero por el mar se puede navegar
-como por tus ojos-
a cualquier hora.
Querría enarbolar mi boca
en la batalla de silencios
que hay entre tu y yo,
y que encierran
esa electricidad que nos profesamos.
lunes, 14 de octubre de 2019
Nací entre la sierra y el mar,
donde el filo entre la noche y el día
dibuja desiertos y pinares,
ramblas y nieves en las cumbres.
Desiertos de ausencias, velos de sal
se extienden sobre las ruinas
de las hogueras que encendieron
los del otro lado del mar.
Entre la montaña y la orilla
también hay bosques de basura
y mares de plástico,
naturaleza muerta, ahogada en carreteras
milenaria herencia ya muda.
Quejidos del viento,
el murmullo de un bar,
soledades en la tarde...
Nací entre la sierra y el mar.
donde el filo entre la noche y el día
dibuja desiertos y pinares,
ramblas y nieves en las cumbres.
Desiertos de ausencias, velos de sal
se extienden sobre las ruinas
de las hogueras que encendieron
los del otro lado del mar.
Entre la montaña y la orilla
también hay bosques de basura
y mares de plástico,
naturaleza muerta, ahogada en carreteras
milenaria herencia ya muda.
Quejidos del viento,
el murmullo de un bar,
soledades en la tarde...
Nací entre la sierra y el mar.
jueves, 16 de mayo de 2019
Aquí el tiempo fluye más despacio, y el reloj de la iglesia parece
marcar las horas de otra forma, casi por protocolo. Camino por las
calles y los cerros que rodean el pueblo, y me dejo envolver por las
ausencias de las casas cerradas, por la memoria acumulada en la pizarra y
las tejas. La tarde dibuja ecos de silencio en cada rincón, y poco a
poco las sombras de las montañas van tejiendo la noche sobre el blanco.
lunes, 15 de abril de 2019
miércoles, 27 de febrero de 2019
Quisiera escribirte algo
sin que se me ahogara la lengua
cada vez que tu mirada de noche
se enroca en la mía.
Quisiera tocarte
y trepar por tu espalada
con dibujos y letras
trazadas sin prisa.
Quisiera enredarme en ti
sin la amenaza de relojes
sin mediaciones de litio
sin océanos de por medio.
Solo tu voz, tu piel, tus ojos oscuros hablándome.
sin que se me ahogara la lengua
cada vez que tu mirada de noche
se enroca en la mía.
Quisiera tocarte
y trepar por tu espalada
con dibujos y letras
trazadas sin prisa.
Quisiera enredarme en ti
sin la amenaza de relojes
sin mediaciones de litio
sin océanos de por medio.
Solo tu voz, tu piel, tus ojos oscuros hablándome.
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