Ahí van las lecturas de 2021:
- El espejo de nuestras penas. Pierre Lemaitre. Novela.
- El asesino que se merece. Lupano y Carroz. Cómic.
- Una violencia indómita. El siglo XX europeo. Julián casanova. Ensayo.
- La chica de la Leica. Helena Juneckek. Ensayo, novela.
- El peso del corazón. Rosa montero. Novela.
- El maestro y Margartia. Mijail Bulgakov. Novela.
- Después de la guerra. Hervé le Corré. Novela.
- Los mares naufragos. Isabel Soller. Relato, crónica, ensayo.
viernes, 31 de diciembre de 2021
miércoles, 8 de diciembre de 2021
Ver la soledad de la piedra
-que también es la mía-
escribir la historia en susurros de brisa
por los cerros desnudos
Y dar otra dimensión al tiempo
y a las páginas que florecen en mí
con cariño, con paciencia
acariciando el papel sin miedo
Hoy cosecharé mis palabras aquí
al pie de la muralla y la luna
regándolas con luz de invierno
espantando las sombras vagas
Aprendiendo. Amando.
lunes, 29 de noviembre de 2021
domingo, 18 de julio de 2021
julio de esperas
Esta nocturna soledad de verano
parece anunciar tus labios
y filtrarte como polvo de luna
por la ventana de la habitación.
Yo sostengo un vaso tembloroso
en actitud solemne de brindis
aún sabiendo en la larga espera
que cuando llegues, no lo podré sostener.
domingo, 28 de febrero de 2021
Intento torpe de describirte
viernes, 29 de enero de 2021
martes, 5 de enero de 2021
Al mirarme provocas ese efecto en cadena:
la inevitable inundación
seguida de la inoperancia verbal
con la que todas las palabras se me caen al suelo.
Me siento desarmado, torpe.
Entonces me agacho al suelo
e intento recogerlas,
recomponer el sentido de todas esas frases
que quería envolverte en papel de regalo.
Recapacito.
Lo más sensato es comerte la boca.
Empezaré por tu pedestal.
La idea es disfrutar el camino
en el cual iré preparándome,
asumiéndote con la lentitud de un caminante descalzo
que quisiera sentir la tierra mullida y húmeda
en la planta de sus cansados pies.
También me empaparé de ti,
del aroma que desprendas,
del sabor de tus rincones.
Y solo cuando haya llegado a tu boca
(y bebido de ella),
solo entonces mis ojos bailarán en los tuyos.
Y las palabras que tenía preparadas
ya no importarán, o al menos,
no importarán tanto.