miércoles, 31 de diciembre de 2014

31 de diciembre.

Cambia. Todo cambia... Y como sucede cada año, el 31 de diciembre me sorprende, llega casi sin quererlo. Realmente septiembre y el "curso académico" me parecen fechas que marcan más cambios que la noche vieja, al menos en mi caso; pero no puedo dejar de ver, quizás por todo lo que me rodea, algo de significativo en esta fecha. No se trata solo de mirar en retrospectiva el año que está a punto de finalizar, sino de una vez más echar la vista hacía atrás, hacia todo lo que llevo recorrido desde 1991. Y a veces las fotos asustan un poco...



Cambia todo lo que me rodea. Y siempre es curioso como lugares tan familiares van quedando irreconocibles. Aunque el autor de la foto sea uno mismo. Otras veces algunos lugares no cambian, solo las circunstancias o nosotros mismos...







Sirva mi careto también para atestiguar el paso del tiempo. Supongo (y espero) que dentro de unos años tendré más fotos y motivos para poder contemplar con más perspectiva ese recorrido que se va haciendo cada vez más largo y que de alguna manera nos va construyendo como personas a base de experiencias y recuerdos. A unas pocas horas del comienzo de otro año, solo queda esperar que este me aporte muchos más para continuar el viaje con un poquito más de experiencia.

1 comentario:

  1. Comparto tu melancolía respecto al paso del tiempo, que se nota especialmente cuando nos movemos de un lado para otro del pañuelo.

    Postdata: tu careto ha mejorado bastante con el paso de los años :P

    ResponderEliminar