jueves, 15 de noviembre de 2018

Bálsamo azul de mis días pretéritos,
castillos de arena en la orilla
que erosionan el espejo de tus aguas
y vuelan con el viento de levante.
Costa de sierra y desiertos
inscrita en tardes de velos violetas,
que duermes la siesta
en desordenados terraos.
Dime, ¿cuantos naufragios has visto?
¿Seguirás ahí después
de que salga el último barco?
Quisiera ser bruma
y deslizarme sobre el mar
o escurrirme entre las rendijas del tiempo
hasta poder asomarme a ti.
Aunque fuera solo un rato.
Me gustaría traspasar el horizonte de tus miradas misteriosas
en algún rincón de aquella ciudad
donde la cerveza era cómplice de las palabras
y en la que tu oscuro intenso
le sentaba tan bien a la noche.
Recuerdo que llegaste a ser recuerdo, demasiado pronto,
en aquella tormenta de abismos
que caía sobre mojado
y que me resquebrajaba la tierra.
Otro día, ya sin nubes,
querría encontrarte sin el velo de las pantallas,
frente a la Alhambra,
toda luna, toda noche.

martes, 13 de noviembre de 2018

Una cortina tejida de luces
ciega con gris al rebaño
que pasta tranquilo, ignorante o consciente,
por las ciudades sin cielo.
Mecánica de trucos baratos
que aplaude la masa,
efervescente.
Otros solo giran la cabeza.
Ejemplares ciudadanos apolíticos y moderados
conforman un vertedero de civilización
en el que bailan la muerte,
agitando felizmente sus copas cargadas de sangre,
consultando sus estados,
oliéndose el culo con el frenesí que impone
esta rápida existencia.
Usan y tiran como respiran,
dice que es ley de vida,
que la locomotora es implacable
y que no te puedes quedar atrás.
Paga y tendrás,
paga y serás libre,
paga y no pienses.
Paga y baila la muerte.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Aquel norte...

¿Qué alma tan extraña late
en estos valles brumosos,
en este ajeno norte
de otoño prematuro?
Las nubes se descuelgan lentamente
por bosques casi verticales
hasta dejarme caducifolio
en el frío matinal.
Yo me abandono, primitivo,
a las manchas del cielo gris,
a los susurros del silencio,
al espíritu de las piedra y el musgo.
A Euskadi.