Que mi vida es -bastante a menudo- una puta película; quedó patente cuando escuché a aquel tipo en el metro tocando la guitarra:
"...uno no sabe lo que siente
hasta que el amor llega de esta manera
llega de repente..."
Sentí culpa, frustración y anhelo de ti. No estabas entre aquella multitud de la Puerta del Sol. Y te recordé en aquel piso, erguida sobre mí con aquella camiseta ancha de Nirvana inundando toda la habitación con tu sonrisa, sin colorantes ni conservantes. Soberbia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario