miércoles, 5 de septiembre de 2012

Otro fragmento de una gran historia...

No se si debería de hacer una entrada con más partes... Pero esta me guató particularmente como quedó, así que ¡Aquí está!

   Louise abrió los ojos y lo primero que vio fue el techo sucio y desconchado de la habitación. Las manchas de humedad de extendían por las paredes como las costras por la piel de un leproso. Por la ventana apenas entraba la luz verdosa de una farola del callejón. Aun debía de ser de noche, así que volvió a cerrar los ojos e intentó conciliar el sueño de nuevo. Pero no pudo, el cuerpo le dolía mucho, como si una manada de elefantes hubiera pasado por encima suya. Las piernas aun le temblaban un poco, y un sudor frio le recorría todo el cuerpo. Giró la cabeza y comprobó que su cliente aun dormía, dando sonoros ronquidos, por suerte de espaldas a ella. Era un tipo de mediana edad, feo y con aspecto de oficinista.
Del pasillo llegaban llegaban los ecos de las las voces de los clientes y el sonido del gramófono que Madame Bleirot ponía las noches en las que el ambiente estaba animado. Los tinteneos de copas y los gritos no impedian que el tipo que había a su lado estuviera sumido en un profundo sueño después de desahogarse.


Y hasta aquí... Quizás me anime a escribir algún fragmento más ;)

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