lunes, 25 de marzo de 2013

Chocolat

A lo largo de cuantiosas generaciones, muchos han sido los que por unas u otras causas, han negado una de las partes que más nos distinguen como personas: las pasiones humanas. Las pasiones que recorren nuestro cuerpo y nuestro mundo interior, en equilibrio con nuestra mente, forman parte de lo que somos. Negar alguna de esas dos capacidades que forman parte de nuestra esencia sería negarnos a nosotros mismos como parte del género humano.


   Chocolat es una de esas películas que después de verla, te sientes más humano. O al menos esa es la sensación que me ha quedado a mí. La historia transcurre en un pequeño pueblecito de la campiña francesa a donde llegan una pastelera y su hija para abrir un nuevo negocio. Pero lo que nadie imagina es lo mucho que cambirán sus vidas y las de los habitantes de la zona de la mano de una pasión muy peculiar: el chocolate. Los retos que pasan a afrontar muchos de los personajes a la llegada de Vianne Rocher solo serán superados dejándose llevar un poco por esas pasiones humanas que a vece sson pequeñitas o insignificantes; además de con mucho chocolate y algo de buen humor.

1 comentario:

  1. ¡Qué bonita película! Me encantó, y además, se me caía la baba con tanto chocolate. Arrrrgh! Que gorda que soy!

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